jueves, 29 de noviembre de 2012

Y ahora que llegaba el invierno echaba de menos su calor.

Y si,en lo más profundo de mi ser y mi corazón le echaba de menos,echaba de menos su sonrísa,sus ojos,esos ojos que te incitaban a perderte en ellos.
Y su sonrísa,que hacía que la vida se tornara más fácil y feliz.
Y no podía evitar reconocer que cada noche acariciaba el lado de la cama vacío,donde tantas noches el había velado por mis sueños.
Echaba de menos abrir los ojos y que lo primero que viera fuera su mirada.
Y perderse en cualquier rincón de cualquier parte de la ciudad,por que fuese cual fuese,estando a su lado,era el lugar más bonito del mundo.
Y su calor,que conseguía transportarme a otro mundo,a otro mucho en el que todo era fácil,en el que todo era posible.
Y ahora,que ya no estaba conmigo,el dolor de su ausencia me torturaba cada día,cada noche.

Tan rapido como llegaste a mi vida te fuiste.










Estaba perdida sola.

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