¿Por qué no te paras a ver que estoy triste y recoges lo que queda de mí?
— Por que ya no queda nada.
Y entonces me siento y te miro, miro esos ojos marrones que siempre adoré, y que por mucho que quiera, jamás podré odiar.
Es normal que los de tu entorno se cansen de verte hecha un desastre, como un cometa sin rumbo, como una chica esperando la última parada de autobús.
No puedo culparos el que no me entendáis, ya que ni yo misma me entiendo.
¿Quieres saber un secreto? Por las noches lloro hasta caer rendida.
No te pido que lo entiendas...
NO TE PIDO QUE COMPRENDAS.
Solo algo de ayuda.
Siento no ser de mucha ayuda, la verdad. Lo que si que comprendo un poco, pero no del todo, porque nadie es capaz de comprender nada del todo. Espero que te encuentres pronto y dejes de estar rota a escondidas
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