miércoles, 30 de enero de 2013

La soledad le había dado caza.

Palabras encerradas en su cabeza.
Palabras escritas en su viejo cuaderno.
Pero palabras nunca dichas en voz alta.

Desde que asoma el primer rayo de sol, hasta el último, ella pasa sentada en su habitación, viendo fotos antiguas y echando de menos el pasado.
El pasado que le ha sido arrebatado.
Los complejos.
La ausencia de él.
Los deseos de ser alguien que no es
Todas estas cosas le habían destruido hasta reducirla a cenizas.
¡¿Por qué no puede quererse a si misma?!
El tiempo lo cura todo decían.
Se equivocaban, porque por mucho que pasen los años, nada me hará aprender a vivir sin él.


Que la soledad le había dado caza hace tiempo, y esta misma iba a pasos agigantados.

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