lunes, 18 de marzo de 2013

¿Hay alguien ahí?

Miras a la derecha, miras a la izquierda, ¿dónde estas?
Quien sabe, eso ya da igual.
Esta nevando, te hundes en la nieve.
Tus huesos se calan.
Ya no puedes ver nada.
Tus labios están morados, tu piel blanca como la sal.
A tú corazón le cuesta seguir, no puedes sentir tus latidos.
Y deseas dormir, y dormir para siempre, dejarse arrastrar por toda la pena.
Caes al suelo, y miras al cielo, el cielo tan negro como tu alma se impone ante ti.
No hay vuelta atrás, con tus últimas fuerzas haces un angelito de nieve, un ángel que no te podrá salvar, ni tampoco lo deseas.
Entonces, tus ojos se cierran, para no volver a abrirse nunca más, pero antes, una frágil y débil sonrisa se dibuja en tu cara.








¿Por que ya no estás?
¿Por qué nunca estuviste?

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